EL AGUA DE VIDA

El agua es un elemento vital para nuestra salud y belleza. Un 70% del cuerpo es agua, por eso es tan necesario incorporarla tomando, al menos, dos litros diarios. El agua nos ayuda a eleminar las toxinas del cuerpo y a mantener una piel luminosa y tersa. Sin el agua, la piel se deshidrata y se opaca, aparecen las arrugas y entonces nos desesperamos buscando cremas hidratantes, mascarillas, lociones... sin darnos cuenta que el remedio está en nuestra propia casa y es natural!! El agua da a la piel elasticidad y firmeza, funciona con un elemento de mantenimiento, limpieza y purificación. Cualquiera sea la edad que tengamos, el agua el primordial para recuperar la salud de la piel. El mayor y más barato secreto de belleza es el AGUA y también el más saludable, porque es sorprendente cuanto mejora nuestra piel deshaciéndose de las nocivas toxinas.   Si es importante hidratar el cuerpo, no es menos importante hidratar nuestro espíritu, ya que somos espíritu, alma y cuerpo. ¿Nos preocupamos sólo por nuestro aspecto físico? Muchas veces es así, pero debemos reconocer que hay una sed interna que toda mujer tiene: la sed de verse completamente feliz y bella, por dentro y por fuera. Como en nuestro cuerpo,en el interior de nuestro corazón hay "toxinas" que son nocivas para vivir una vida plena; nos sentimos incomprendidas, enojadas y eso no nos deja brillar. Las penas, tristezas y frustraciones opacan nuestra BELLEZA-RADIANTE y nos vemos deslucidas y amargadas. Entonces nos damos cuenta que tenemos SED!! Una sed interior que no se sacia con la belleza, con riquezas, ni con cualquier otra cosa que no sea con DIOS mismo. Porque no hay nada ni nadie en el mundo que pueda llenar nuestro corazón con tanta plenitud como  nuestro Señor Jesús. 
El dijo: "EL QUE TIENE SED, VENGA A MI Y BEBA"   Juan 7:37  La Biblia

Cada día tenemos que beber de Su bendita agua, frente a problemas, enfermedades o conflictos que resolver, necesitamos ansiosamente Su refrescante presencia. Confiadamente en oración, llegarnos hasta El, entregarle toda carga y dejarla en sus manos.
 ¿ De qué tenemos sed? Tal vez de perdón, amor, sabiduría...Sed de cambios profundos para alcanzar la armonía con los demás...  Acerquémonos  a Jesús y bebamos de su agua viva, que es su misma presencia, para que nos limpie y nos purifique,  así crecer y madurar en forma eficaz.

"DIOS ME GUIARA Y CONDUCIRA A MANANTIALES DE AGUAS"
                                                                                              Isaías 49:10 La Biblia

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