lunes, 16 de mayo de 2011

TU PROPIO JARDIN

 Solo Dios puede embellecerte por dentro!. Las mujeres de todo el mundo son alabadas por su belleza física, su vivacidad y por su audacia.Cuanto más audaces y seductoras más éxitos tienen, y si son transgresoras, más populares son. Pero las mujeres de Dios tienen un molde distinto!! La hermosura  física es temporal, dura hasta cierta edad y su deterioro producirá amargura. En cambio el adorno de un espíritu manso, dulce y sereno NO es una moneda perecible, NO se gastará con el uso,ni está sujeta a valores del mercado.NO deja marcas ni heridas en el alma de quienes la rodean. Esta es la verdadera BELLEZA-RADIANTE, la que es de gran estima para Dios y para los hombres. Sabemos que para obtener estos resultados: un espíritu manso, dulce y sereno, debemos trabajar como si nuestra vida fuese un jardín.  En primer lugar arrancar  todo lo que hace daño: las malezas (odio,rencor, falta de perdón,envidia,queja,etc). Luego preparar el terreno: la tierra (reconciliarse con Dios, con los demás y consigo misma). Una vez logrados estos pasos sembremos!! Ahora sí, sembrar una buena semilla: la semilla del Amor, el Perdón y la Paz. Con estas tres basta y sobra para llenar nuestro jardín de felicidad.  Viene el momento que debemos tener mucha paciencia, hay que regar y cuidar aquello que plantamos. Estemos preparados porque habrá plagas, sequías o excesos de lluvia: estas son las adversidades que encontramos en esta lucha por conservar el nuestro jardín interior. Dolores no faltarán, tristezas y desilusiones tampoco. Pero no abandonemos las semillas que hemos plantado, el amor, el perdón y la paz. Si permanecemos firmes , perseverando sin desmayar en aquello que nos hemos propuesto...a su tiempo cosecharemos!! Como los jardines  se  transforman en colores y perfumes  en la primavera, así será nuestra vida, llena de hermosas  flores que saldrán de nuestro corazón para deleite de los demás. Perfumaremos los lugares donde estemos y todos notarán ese espíritu manso, dulce y sereno que como mujeres radiantes anhelamos. Brindaremos amor , trataremos a los demás con ternura y admiración. Nuestra belleza será iluminada por una luz especial. La paz, serenidad y dulzura serán los frutos alcanzados por trabajar con esmero en el jardín de nuestro corazón. Somos mujeres de Dios y El nos ayuda a lograr esta belleza interior que contagia. Para Dios somos preciosas y El estará a nuestro lado en esta tarea de "jardinería" para embellecernos para siempre. ¡Manos a la obra!!!
La Biblia dice:
     "TODO LO QUE SEMBREMOS, ESO TAMBIEN COSECHAREMOS" Gálatas 6:7

3 comentarios:

  1. Renés razón Lily...¡¡¡manos a la obra!!!. Simplemente, ¡¡¡hermoso!!!. Hasta el próximo encuentro!!!!!!!!!!!!

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  2. Palabras que llenan el Alma de la mujer.

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  3. Qué hermoso escribís, Liliana, verdaderamente hay que desmalezar el terreno para plantar en él lo que realmente Nuestro Señor desea que florezca, virtudes del alma que como perfume deleitoso sube hasta su trono y regresan convertidas en bendiciones...

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